Necesitábamos crear el máximo espacio libre para dar libertad de movimiento a Francesc y su silla de ruedas. La calidez fue otra de las bases del proyecto, nata y miel, dulce y suave, en colores y elementos de decoración. Queríamos dejar atrás la imagen hospitalaria que tienen los espacios de personas con movilidad reducida.
La mesa pegada a la isla de cocina nos ayudó a compactar el espacio. Extensible, con capacidad para hasta 16 personas, una gran mesa para reuniones de amigos y familia, era una necesidad indispensable para Francesc.